El proceso de instalación de suelos laminados de forma profesional generalmente incluye los siguientes pasos:

1. Preparación del suelo: Se debe asegurar que la superficie esté limpia, nivelada y seca antes de la instalación.

2. Colocación de la barrera de vapor: Se coloca una barrera de vapor para proteger el suelo laminado de la humedad.

3. Instalación de las tablas: Las tablas de suelo laminado se colocan en el suelo siguiendo un patrón específico, generalmente encajándolas unas con otras.

4. Corte de las tablas: Es posible que sea necesario cortar las tablas para ajustarlas al tamaño de la habitación.

5. Instalación de los zócalos: Se instalan los zócalos alrededor de los bordes de la habitación para dar un acabado limpio.

Algunas de las ventajas de los suelos laminados son su resistencia a la humedad y al desgaste, su fácil limpieza y mantenimiento, y su durabilidad en comparación con otros tipos de suelos. Además, los suelos laminados suelen ser más económicos que otros tipos de suelos, lo que los convierte en una opción popular para muchos hogares.